Sin pensarlo dos veces, me uní a su noble cruzada.
En mi primer día como voluntario, aporté 30 kilogramos de comida balaceada (que parece mucho pero no lo es) y decidí registrar imágenes de esta sacrificada pero gratificante tarea.
El automóvil en el que fuimos estaba cargado de mucha más comida, sobre todo de carne, ya que según me cuenta Samuel, en el verano, a los perros no les apetece tanto la comida balanceada como en el invierno, que es cuando la consumen en grandes cantidades.
Marina me comenta que cada día se necesita alrededor de 150 dólares sólo para alimentar a los más de 200 perros que los esperan agitando sus colas de alegría, porque también deben destinar otra cantidad similar para alimentar a más de 60 gatos y otros tantos perros en una localidad cercana a Kiev.
La ayuda también es destinada a las personas de la tercera edad que tienen mascotas a su cargo, como una abuela de 80 años que vive con 53 gatos y 5 perros, y como ella hay otras personas ancianas que cuidan de muchos animalitos pero que lastimosamente no tienen los medios económicos para alimentarlos, esterilizarlos o llevarlos al veterinario cuando se enferman.
Pero Marina y Samuel no sólo se encargan de la alimentación de estos animales, sino de esterilizar a la mayor cantidad de ellos, para frenar su población, y evitar que más animalitos indefensos nazcan en las calles.
Todas estas tareas se realizan con fondos personales y a través de donaciones.
Si deseas ayudar puedes enviar tu donación a través de Pay Pal.
PAY PAL: juanpablo.behoteguy@gmail.com
Cuando se realicen las compras de alimentos, los recibos serán enviados por email a las personas que realizaron sus donaciones.
Pueden ver la labor que ha estado haciendo Marina en sus redes sociales:
Fotografías y videos: Juan Pablo Behoteguy
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